Historia compartida, religión e idioma unificadores
Buena parte de las constituciones literarias de las naciones
latinoamericanas se escribieron desde el exterior.
Brasil y México
poseen más de la mitad de los periódicos y de las estaciones radiales y
televisivas de América latina
Del mismo modo
que las políticas nacionales, las industrias culturales unifican y crean
homogeneidad, pero también trabajan con las diferencias étnicas, nacionales y
de gustos, y engendran nuevas distinciones
*consumo global*
las marcas son lo más parecido que tenemos a un idioma internacional. Nos une lo que nos
venden, nos identificamos con el mismo logo o ir a la misma playa
Época en que las
empresas no sólo fabrican bienes útiles sino también actitudes, estilos de vida
y apariencias personales. Asocian a millones de consumidores
También las
marcas integran con el descenso de los salarios. Unificación del consumo desde
la desintegración social generada por las políticas económicas estructuradas
Cada habitante
del continente debe $1550 dólares al nacer.
Hay millones de
latinoamericanos en otros países. Lo que significa la latinoamericanidad no se
encuentra sólo observando lo que sucede en América Latina, las respuestas
vienen también de afuera de la región
La música también
ha tematizado esta multilocalización
Difusión de la
cultura y desdibujamiento de territorios se agudiza por la reorganización de mercados
musicales, televisivos y cinematográficos reestructura los estilos de vida y
disgrega imaginarios compartidos
Precarización del
trabajo dispersa a los ciudadanos, reduce el consumo, quita sentido a la
convivencia en la nación
Los cantantes viajan,
se asocian con amigos de otros países
Lo local no se
disuelve en la globalización. También los europeos y estadounidenses tienen
pedazos de lo que son en América latina
No se entemezclan
sólo los países de América latina
Desde 1997,
México es el mayor exportador de equipos de recepción televisiva en el mundo
¿podemos seguir
hablando de América latina o entramos en una época posnacional?
En la segunda
mitad del siglo XX, las industrias culturales ayudaron a interrelacionar a los
países a través de los mensajes y los formatos de la cultura masiva
internacional
Deja de haber
editoriales y televisoras nacionales
ante la exigencia de fusionarse con empresas globales y cautivar a clientelas
distantes.
Sigue habiendo
naciones, pero bajo amenaza de disolución
Las industrias
culturales continúan produciendo libros, discos, películas y programas
televisivos pero con la tendencia a seleccionar y espectacularizar aquellos
productos que pueden competir con los de otras regiones y triunfar en el
mercado
No hay comentarios:
Publicar un comentario